Ruido

Entendemos por ruido ambiental el sonido exterior no deseado o nocivo generado por las actividades humanas, incluido el ruido emitido por los medios de transporte, por el tráfico rodado, ferroviario y aéreo y por emplazamientos de actividades industriales. El ruido es el segundo factor más importante de carga ambiental de enfermedades en Europa, solo después de la contaminación del aire. El tráfico rodado es la principal fuente de contaminación acústica en Europa, y se prevé que durante la próxima década los niveles de ruido aumentarán, tanto en las zonas rurales como urbanas, debido al crecimiento urbano y al incremento de la demanda de movilidad. La exposición al ruido es un serio problema de salud pública que va más allá de la molestia y de la queja. Son más conocidos los efectos directos, como la pérdida de capacidad auditiva o esos molestos acúfenos o tinnitus, pero no hay que olvidar los numerosos efectos extrauditivos como las alteraciones del sueño, enfermedades cardíacas, enfermedades mentales (estrés, depresión, ansiedad o demencia), complicaciones al nacer o disminución del desarrollo cognitivo y rendimiento de los niños y niñas, entre otras. Es importante recordar que la exposición al ruido no afecta a todos por igual, y que características como la edad, el género, el estilo de vida o las condiciones de salud preexistentes determinan la susceptibilidad de las personas a los efectos adversos para su salud debido a la contaminación acústica.

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